En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, San Martín recuperó algo de su memoria futbolística; se llevó un resultado que no hizo justicia a su actuación, pero la verdad de los números lo dejó al borde de un precipicio al que nadie quiere asomarse. La derrota 3-1 con Argentinos no debe leerse en forma aislada: fue la quinta caída del “Santo” en sus últimos seis partidos, un seguidilla letal para un equipo recién ascendido, que resulta una catapulta hacia abajo en la tabla de promedios. Ya fuera de la Copa Argentina, de ascender por ahora ni hablar. Con la luz roja encendida, las urgencias son otras.
Diego Cagna dejó el estadio del club que lo vio nacer futbolísticamente con “bronca” por el resultado, pero confiado por el rendimiento de su equipo, sobre todo en relación a lo mostrado en el duelo anterior con Nueva Chicago. “Nos fuimos con las manos vacías después de hacer un gran partido, sobre todo en el segundo tiempo, cuando tuvimos varias situaciones y merecimos como mínimo el empate. El fútbol tiene estas cosas, pero el equipo jugando de esta manera seguramente va a salir”, afirmó el DT. “Esta vez los jugadores revirtieron la imagen de otros partidos. Se vio un equipo que quiere ganar, que quiere mantenerse en la categoría, que quiere pelear arriba, ante un rival difícil, en una cancha complicada”, argumentó como fundamento de su confianza pese al complicado presente.
Y dejó en claro su intención de seguir en el puesto. “Tengo ganas. A partir de ahora se tienen que dar cuenta que no podemos bajar de este nivel. Esperemos lograr algo, sino vamos a andar deambulando por la tabla”.
“Faltan 21 partidos”
Deambular ya de por sí no es bueno, caer en zona de descenso, aún peor. Cagna no quiere ni oír hablar de ello. “Faltan 21 partidos. Siempre que el equipo pueda rendir así uno no se preocupa. Vamos a estar más arriba, eso es seguro, siempre que mantengamos este nivel”, insistió.
El “Flaco” sabe que la próxima estación -Instituto- es clave para que San Martín no tenga que subirse al vagón de cola de este larguísimo tren que es la B Nacional. Para eso apuesta a hacer valer el regreso al estadio de Bolívar y Pellegrini. “De local hay que ganar siempre. Ahora más que nunca porque venimos de tres derrotas. Después obviamente también tendremos que ganar afuera”, indicó.
¿Qué ingredientes pretende agregar Cagna a su equipo para que el próximo domingo la receta tenga éxito? No considera que el ánimo sea el talón de Aquiles. “El rendimiento del segundo tiempo anímicamente los reconforta, están bien, saben que pueden, enfrentamos a uno de los mejores equipos de la categoría y los superamos en su cancha”.
Cagna sabe que su conjunto no puede desperdiciar tantas chances de gol, ni estar a la merced atrás de cualquier acierto de su rival. “Tenemos que trabajar más en definición y estar más atentos en los últimos metros”, reconoce. A ver si de esa manera, San Martín encuentra su tónico para la memoria y los resultados le hacen un guiño.